Johannes Brahms: Quintetos de Cuerda
No habrá recibido usted de mí nunca una obra así de hermosa (J. Brahms).
De esta manera se dirigía a su editor Simrock hablándole sobre su primer quinteto de cuerdas op. 88 compuesto, a comienzos de los años 80 del s. XIX, en el balneario austriaco de Bad Ischl y estrenado en Frankfurt el 29 de diciembre de 1882. Escrito en tres movimientos, las innovaciones estructurales de los movimientos segundo (lento-scherzo) y tercero (sonata-fugato) le convirtieron en una de las obras camerísticas preferidas del compositor.
Con estos restos que te envío puedes irte despidiendo de las notas mías porque ha llegado la hora de parar (J. Brahms)
Y de esta otra forma intentaba hacer ver a Simrock su final como compositor, con su segundo quinteto de cuerda op. 111. Lo cierto es que todavía quedaría un formidable tercer quinteto (entre otras obras), en este caso con clarinete. Escrito en cuatro movimientos hay quien ve en este segundo quinteto una obra superior a otras compuestas por Brahms para cuerdas, debido a la importancia que le otorga a los cinco instrumentos.