Cuando Fer Moren (cantante, pianista, compositor) y Sergio Fuentes (guitarrista, percusionista, arreglista) conocieron a Manolo Guzmán a finales de 2015 no se podían imaginar cómo la actitud siempre positiva ante la adversidad de este exiliado venezolano iba a hacer mella en su forma de pensar, y cuán hondo iba a calar su afable y siempre eterna sonrisa, independiente de las circunstancias, en sus corazones. Y es que si la verdadera amistad es un nexo difícil romper, aquélla que además nace como fruto de compartir música en los más variopintos escenarios (desde los pasillos del Metro de Madrid, hasta salas emblemáticas de la capital como El Búho Real) dura toda la vida.

En febrero de 2016 Manolo se vio obligado a abandonar España, como resultado de un mal asesoramiento, para no verse en una situación irregular. Sin poder regresar a su país de origen, invirtió todo lo que tenía en un billete de avión a México, donde, gracias a su capacidad de trabajo inagotable, sobrevive con lo justo para ir tirando, mientras ve cómo no le queda otra opción que aplazar de forma indefinida su sueño de establecerse regularmente en Madrid.

Ante esta situación, Fer Moren y Sergio Fuentes no ven otra opción que hacer lo que mejor saben hacer para costear el asesoramiento legal y el billete de avión de su compañero y amigo. Acompañados por el magnífico percusionista cubano Ernesto Michel, y el excelente bajista Luis Muñoz, organizan un concierto cuyos beneficios económicos irán destinados a dicho fin.

The Friendly Waves pone en escena una amalgama de estilos con sabor a jazz, pero con el temperamento que le añaden los ritmos caribeños, el duende del sur de España representada por Almería y Granada, y la actitud mesetaria de un "gato" que aprendió a amar tanto el jazz como el country en Tucson, Arizona.