ANTONIO HERNANDO (con banda)
Antonio Hernando (conocido antiguamente también como "Petete"), se enfrenta a su etapa más cabaretera e intimista. Natural de Jaén (1986), empezó en 2004 a dar sus primeros conciertos con temas propios, combinándolo con su primera banda de rock ("Petete & Trauma). Llegaría a Madrid en 2010 con su primer disco bajo el brazo, "Haciendo ruido" (2009), grabado en Okford (UK) con músicos ingleses. Aquí pronto encontró a Álvaro Laguna y Dani Fernán, con los que montó "Los Tres en Raya", trío acústico con el que giró a un ritmo trepidante durante tres años y un disco en directo ("LIVErtad 8"). Tras esta etapa por salas acústicas, decidió dar el paso a la gran banda y los festivales, creando "Petete & La Band" (rebautizados posteriormente como "LA BANDA DE TRAPO"), con los que durante 3 años (2 de ellos instalado en Granada con sus músicos) y 2 discos, recorrió de punta a punta el país y sus festivales, incluyendo Italia, Francia, Portugal o UK.
En 2015 vuelve a Madrid, centrado de nuevo en su etapa en solitario, empezando a tocar en pequeñas salas de nuevo bajo su nombre real y a combinarlo con sus viajes, girando en 2016 por Alemania, República Checa, Eslovaquia, Austria, Bulgaria, Polonia o Marruecos. Es tras estos viajes y varias experiencias emocionales y sentimentales cuando decide grabar un disco en solitario, llamado "Los 30 aullidos de Antonio Hernando", de corte cabaret oscuro, lleno de personajes perdidos y perdedores, solitarios etílicos y calles llenas de soñadores románticos, licántropos que aúllan a la luna por un amor no correspondido, en la onda de Tom Waits, Vinicio Capossela o Daniel Melingo. Este disco fue producido por Miguel Marcos (Le Voyeur, La Bizarrería, Swingdigentes, Alex O'Dogherty, Mani Moure - Toreros Muertos-, etc) y publicado en febrero de este 2017. Con gran entusiasmo de crítica y público, y una gira que lo está llevando por toda España, Grecia, Francia y Portugal, hace un alto en el camino para tocar en Clamores, acompañado de banda por primera vez, celebrando sus 30 años de aullidos y experiencias en su frenética vida.
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