El paraíso de los necios CÍA FERNANDO HURTADO
Él y ella estaban ahí; vivían ahí, bien…en la medida de la palabra. Compartiendo…tiempo…en la medida de la palabra.
Él, impredecible, ella vulnerable…en la medida de la palabra. Los dos -mitad “ático”, mitad felpudo-, es decir, dejándose y sometiéndose, es decir,…siempre alternando emociones.
Yo no soy nadie para explicar su relación. Como todo y todos, era una relación “normal”… en la medida de la palabra, de días consecutivos.
Él disfrutaba de la lectura y sus momentos, ella de descubrir volcanes y sus otros momentos. Los dos…soñaban…en la medida de la palabra.
“¿Cómo te extrañas de que los sueños y viajes no te beneficien en nada, si siempre tienes que ir contigo? Cargas con aquello de lo que quieres huir.. “Quizás debas cambiar de alma; no de muebles, ni de clima”
Todo esto es lo que Séneca define como “El Paraíso de los necios”, y este es el nuestro. El Paraíso…en la medida de la palabra.
Fernando Hurtado