Torera CÍA FLAMENCA ANTONIO ANDRADE
Sangre y arena. Eros y tánatos. Belleza y llanto. Razón y brutalidad. Torera nos habla de la convivencia no armónica con nuestra naturaleza dual. Tensiones patentes en el conflicto del personaje enfrentado a su máscara. Y, sublimando el rompimiento interno, la Mujer, encarnadas todas en la bailaora Úrsula Moreno, como símbolo castigado de las civilizaciones patriarcales. La Mujer, en rebeldía, apelando al tótem más venerado de nuestra raza: el Toro. Sus latidos son el ritmo que mueve al pueblo andaluz.
Rafael Herrera