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06/06/2018 21:00
El nuevo proyecto de María Laín viene de largo. La compositora madrileña (1992) comenzó a asentarse con su primer disco Asymmetry, publicado en 2015, producido por Gonzalo Lasheras (Kase. O, Amaral, entre otros) y Alicia Alemán (Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez) con la colaboración de músicos como Tito Dávila (Andrés Calamaro) o Jesús Alonso (Corcobado). A partir de entonces empieza a frecuentar diferentes salas de Madrid como Clamores o Barco para tocar en directo con su banda.
A día de hoy, tras meses de trabajo y composición, María vuelve en solitario con un nuevo disco bajo el brazo. More or less, producido por Suso Saiz y los veteranos Gonzalo Lasheras y Alicia Alemán. En esta ocasión la parte instrumental va de la mano de músicos como Xavi Molero (Iván Ferreiro).
Dentro de un estilo alternativo es inclasificable. Convive una puesta en escena del todo expresionista y cruda propia de actitudes rockeras (Janis Joplin, Patti Smith, David Bowie) con composiciones complejas donde se mezclan influencias de estilos más sofisticados( Portishead, Radiohead, Peter Gabriel). Las letras escritas en inglés albergan un contenido tan intimista y personal que son el motivo de un resultado tan peculiar, rasgo influenciado por compositores como Eels o Elliott Smith.
Spice Must Flow es una banda originaria de Madrid y formada por Gyanendra Wannax (guitarra y voz), Óscar Rough (batería) y Nacho Díaz (bajo).
Originariamente centrados en las sonoridades afroamericanas (funk, soul, blues), el sonido de Spice Must Flow ha ido lentamente incorporando influencias del punk y el garage originales, así como del acid-rock o el grunge. En cualquier caso, y sea cual sea el estilo musical, la banda se distingue siempre por la debida atención prestada al groove, ese duende musical con efecto inmediato en las caderas y cabezas del público. El maridaje de la rítmica de la música afroamericana con la velocidad del punk y del garage resulta en un directo eléctrico y electrizante, enérgico y vital, bailongo y sudoroso.
Si se quisiera generalizar hasta caer en la autoparodia se podría decir que Spice Must Flow operan con una parte de la cabeza en los años 60 y 70 y otra bien anclada en el siglo XXI, que anteponen ritmo y sonoridad a exhibiciones de técnica, que prefieren al público que baila al que asiente, que están con el 99%, que no son vanguardia ni sienten la necesidad de serlo, que ya llevan suficiente experiencia a las espaldas como para no tener ganas de dar lecciones a nadie y sí de disfrutar y hacer disfrutar con su música, que la sinceridad es visible sobre el escenario y la música puede ser un vector de cambio, aunque sea de posición sobre el sofá.