Cinco personajes están juntos ante un misterioso encuentro. Se conocen y no se conocen, se recuerdan, aunque quizá no se hayan conocido antes. Esta vigilia está llena de odio provocado por el dolor continuo, y el encuentro estalla rompiendo el presente hacia un mundo previo de trozos rotos, aparentemente inconexos, pero relacionados por los finos hilos de la Memoria y la Experiencia. En una peligrosa nocturnidad, reinada por el insulto y la vulnerabilidad, los personajes se cruzan en la calle, dando rienda suelta a la escritura del dolor, tratando de inscribir con cada insulto, el Estigma y la Vergüenza. Y también aparecen las escenas sobre el futuro, que se presentan sobre el Deseo y la Imposibilidad. El futuro es una quimera mutilada por el insulto, por su fuerza atroz sobre la identidad.