Antonio ha perdido totalmente su memoria a causa del Alzheimer. Su esposa, Ana, incapaz de cuidarlo adecuadamente, accede a su traslado definitivo a una residencia de ancianos. Ha llegado el día y la familia al completo, incluidos los tres hijos de la pareja, Vima, Sergio y Marcos, se enfrentan a este doloroso acontecimiento, mientras Ana, que ha encontrado el cuaderno de memorias de Antonio, revive su historia de amor. Una historia de amor a lo largo de seis décadas que lucha por no quedar en el olvido. Ana Mari es ama de casa y pescadera. Ha cuidado toda la vida de sus hijos y su marido.
Siempre con una actitud positiva ante la vida, cariñosa, tierna, coqueta, pero un carácter fuerte y decidido propio de una mujer que ha tenido que superar muchas dificultades para sacar a su familia adelante. Se ha enfrentado al Alzheimer de su marido con entereza y ocupándose de todos los cuidados que iba necesitando. No obstante, ha llegado un momento en el que se siente incapaz de cubrir todas las necesidades que ya precisa Antonio. En este momento, encara el día en el que Antonio se traslada definitivamente a una residencia de ancianos. Su mayor deseo sería poder despedirse de él, aunque solo fuera durante un instante, mientras aún sea el hombre del que se enamoró. Antonio proveniente de una familia de pescadores, siempre tuvo claro cuál era su vocación. Familiar, extrovertido, bonachón, rudo pero a la vez sensible, Antonio siempre ha estado relacionado con el mar y con la música. Ha vivido por y para su familia. Ha sido un padre cercano y afable, al igual que un esposo atento y cariñoso. Hace veinte años que
le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer y, aunque a pasos muy lentos, ha avanzado de forma inexorable hasta privar a Antonio de todos sus recuerdos y, por lo tanto, de su