Honzigera y Panarizo, dos ladrones hambrientos, deciden asaltar a Mendrugo, un labrador que lleva comida a su esposa en la cárcel. Con astucia, engañan a Mendrugo hablándole sobre la fantástica Tierra de Jauja, un lugar utópico donde la comida abunda y está prohibido trabajar. Aprovechando la distracción de Mendrugo, Honzigera se zambulle en la cazuela de buñuelos, devorando rápidamente todo el manjar. Mendrugo, desconcertado, comprende que esa tierra es sólo una ilusión y que la felicidad no proviene de promesas ficticias. Quedando solo, y sin nada, se culpa a sí mismo por haber creído en fantasías, aprendiendo de la lección.